El Alma de los Vinos Únicos
Domaine Chantal Remy

Este domaine era hasta hace unos años conocido como Louis Remy. Fue fundado en 1820 y sigue en manos de la familia, siendo la sexta generación que lo dirige, la séptima si incluimos a Florian el hijo y colaborador de Chantal.
La bodega está en un precioso edificio situado en la Place du Monument, en el centro del pueblo de Morey-Saint-Denis. La bodega es sencilla, sin gran tecnología, con gran respeto a la tradición, como ejemplo sirve la prensa de 1940 que todavía se utiliza. Enfrente de la casa están las cavas subterráneas construidas en el siglo XVII, con dos plantas donde reposan las botellas.

Louis Remy, padre de Chantal muere en 1982 y deja la bodega en manos de su mujer Marie Louise. Chantal destacada enóloga se encarga de las elaboraciones desde el año 1985 y tres años más tarde se hace cargo de todo el viñedo y la bodega. Su madre muere en el año 2008. La bodega poseía en ese momento 4,5 hectáreas, pero, por temas de herencia, Chantal sólo pudo mantener 1,52 hectáreas. Perdió todas las parcelas de Village que tenían y el Premier Cru de Chambolle-Musigny Derrière la Grange, pero pudo conservar todos los Grands Crus. Posee 0,60 hectáreas de Clos de la Roche, 0,58 de Latricières-Chambertin y 0,32 de Chambertin. Viñas muy viejas y en los dos primeros Grand Cru la bodega tiene puertas de entrada al pago. Tiene también el monopole de Clos de Rosiers, situado justo debajo de Clos des Lambrays. Un viñedo actualmente clasificado como Village, pero al que solo le faltan algunos años para que sus cepas sean más viejas y convertirse en Premier Cru.
Antes era el Premier Cru Le Village, pero el abuelo de Chantal lo arranco para hacer una pista de tenis rodeada de rosas. En el año 2000 volvieron a plantar cepas. Hoy en día es un Monopole de 0.25 ha y produce 1500 botellas anuales de un vino especialmente fino, elegante y delicioso aromáticamente. Todo el viñedo se trabaja con caballo y la filosofía que siguen en bodega es muy poco intervencionista. La crianza suele durar entre 20 y 22 meses, con sólo un 30% de barrica nueva. Los vinos se embotellan sin filtrar. En palabras de Florian “mi abuelo solía decir que cuando filtras un vino lo desvistes”. Vinos llenos de clasicismo, elegancia y sutileza.