El Alma de los Vinos Únicos
Domaine du Pégau

Desde 1670 sus antepasados han cultivado viñas, olivos y cerezas. Eran las cerezas, vendidas en los mercados de Provenza, las que mantenían la explotación. Las aceitunas y el aceite se dedicaban al consumo económicamente familiar y con las uvas se elabora vino también para autoconsumo. Los primeros títulos de propiedad de la familia encontrados datan de 1733.

Los bisabuelos y abuelos extendieron el Domaine Féraud a 22 hectáreas. Elvira, casada con León Féraud era vinatera y madre de 4 hijos. Paul, el más joven, cultivó la viña familiar desde la edad de 14 años y después, en 1964 decide producir su propio vino y comercializar 8000 botellas por año.
El resto de su producción se repartía entre una crianza en demi-muids (600 litros) y la venta a granel a los negociants. Tras unos estudios vinícolas, en 1987, Laurence, la hija de Paul y Odette se asocia con ellos. Ella es quien propone crear un domaine familiar con el nombre de Pégau.
Paul y Laurence trabajan en buena armonía. Juntan la experiencia del padre con los conocimientos técnicos de la hija, para conservar la autenticidad del vino y el sistema de trabajo en el campo más tradicional y artesano. En la actualidad es Laurence quién dirige el domaine.
En Domaine du Pegau tienen 21 hectáreas de Châteauneuf-du-Pape tinto, 2 de Châteauneuf-du-Pape blanco y 8 de Vin de France. Las parcelas de Domaine du Pegau se extienden sobre las localidades de Châteauneuf-du-Pape, Courthézon y Bédarrides.
Las principales parcelas son:
– Les Escondudes, nombre provenzal que quiere decir escondido, oculto. Son 1,3030 hectáreas de viñedo, plantadas con grenache. Está situada en la cima de una colina de orientación sudeste. Los suelos son los típicos del mioceno. Da uvas muy maduras y concentradas, que originan vinos alcohólicos, grasos y robustos.
– La Crau tiene poco más de 5 hectáreas. Plantada en 1905 tiene las 13 variedades. Está bien expuesta y protegida por la colina en la que hay un bosque de pinos, robles y garriga. Las cepas están en las típicas “gobelets” altas. Las uvas pueden estar sin ser vendimiadas hasta mediados de octubre sin riesgo de podredumbre. El suelo es arenoso y lleno de piedras sueltas. Los vinos son refinados, largos y poderosos, con el marcado perfume de la garriga.
– Pignan, de 1,67 hectáreas, está justo al lado de Château Rayas, que tiene un vino con ese nombre. Está protegida por un precioso bosque de pinos y robles y perfumada por la garriga cercana. Plantada con grenache y mourvèdre tiene una magnífica exposición al sol.
En cuanto a la elaboración para los tintos la mayoría de la uva fermenta con raspón entero y con levaduras autóctonas. Las crianzas se llevan a cabo en barricas usadas y en fudres de gran capacidad de diversos orígenes. Para tintos siempre predomina la garnacha, aunque también utilizan las otras 13 variedades permitidas.

En enero de 2012 compran una propiedad con 41 hectáreas de viñedo y así surge el Château Pégau. Son 25 hectáreas de Côtes du Rhône Villages, 5 de Côtes du Rhône y 11 de Vin de Table. Los suelos son arcillosos y están totalmente cubiertos de cantos rodados, galets. En variedades tintas las fundamentales son grenache, syrah, mourvèdre y cinsault, plantadas en 1950. En blancos destacan clairette, grenache blanc, bourboulenc y ugni blanc.