Juan Piñero

La bodega Juan Piñero se funda en 1993 con la adquisición de una bodega centenaria en la calle Trasbolsa en Sanlúcar de Barrameda de Barrameda. La bodega, que ocupa 3000 metros cuadrados, está situada en el Barrio Bajo, una zona emblemática de gran tradición manzanillera. La bodega cuenta con los elementos que caracterizan a una construcción típica sanluqueña, los cascos son de gran altura, tiene un patio andaluz central, está a dos aguas, con suelo de albero y piedras de lastre, y enormes ventanas orientadas a poniente y levante. Todos estos factores son idóneos para la crianza de la manzanilla fina. En el 2000 adquieren 400 botas de manzanilla maruja de Pedro Domecq.

La bodega, que durante un tiempo solo ejerció de almacenista, cuenta con 2000 botas. Su manzanilla Maruja, el vino más emblemático de la bodega, procede de El Hornillo, uno de los míticos pagos sanluqueños. La crianza se lleva a cabo en un sistema de 8 criaderas y pasan alrededor de 8 años bajo velo de flor. Es una manzanilla equilibrada que tiene también un poco más de complejidad debido a su edad. También elaboran una manzanilla pasada, que como describe su capataz Joaquín es una “pazaa”. Tiene una media de 15 a 20 años y la crianza se hace en un sistema de 3 criaderas (más criaderas y solera de La Maruja). Es un vino que tiene la salinidad y frescura de una manzanilla pero con ciertos toques de oxidación debido a su edad.