El Alma de los Vinos Únicos

Pepe Mendoza Casa Agrícola

Pepe Mendoza llevaba años queriendo romper con el paradigma de que los vinos mediterráneos tienen que tener graduaciones altas y maduraciones igualmente elevadas. Siempre ha creído en la posibilidad de un “mediterráneo fresco, un mediterráneo de lavanda, romero, garriga”. Después de 25 vendimias, muchas al mando de la bodega familiar Enrique Mendoza, decide emprender por su cuenta para poder hacer los vinos que realmente quiere hacer. En 2016 empieza elaborando pequeñas cantidades de blanco y tinto a partir de viejos viñedos ubicados en la Marina Baixa y el alto Vinalopó. Hoy cuenta con 12 ha de viñas viejas de alrededor de 75 años de giró en Llíber en el valle de Xaló a unos 300 m, cultivadas en ecológico, en un terreno aterrazado con muros de piedra seca. Giró es una variedad de la que, como explica Pepe, solo quedan 90 ha en el mundo. Ochenta de estas ha están en Llíber, 7 en Mallorca y las restantes en Cerdeña. Aunque está inscrita como garnacha en el consejo regulador, nos explica, que es un clon lejano que después de 500 años de aclimatación en la zona de Alicante se ha adaptado, resultando en vinos con un carácter muy diferente al de las garnachas de otras regiones.

Fisiológicamente la planta tiene el reverso “más algodonado y la hoja es más pequeña, con racimo y baya más pequeñas también”. La finca de Abargues tiene giró y algo de moscatel romano plantados entre 1920 y 1970, sobre suelos arcillosos con alto contenido ferruginoso. También trabaja con 10 ha de monastrell de alrededor de 45 años en Villena y 4 ha de macabeo, airén y monastrell en la zona de Villena/Pinoso.

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