El Alma de los Vinos Únicos

Santa Maria La Nave

Santa María La Nave es el proyecto de Sonia Spadaro y su marido en las faldas del Etna. El volcán, que aún se encuentra activo, cuenta con una extensa historia vitícola que siempre ha estado dominada por el minifundio. El abuelo de Sonia ya cultivaba pequeñas parcelas en vaso o como se conoce localmente “alberello etneo” de las tintas locales nerello mascalese, nerello capuccio y la blanca grecanico dorato.
El minifundio de Etna ha sido reinterpretado y esas pequeñas parcelas se han convertido en pequeños “crus” conocidos localmente como contradas. Estas pequeñas parcelas varían en altitud, composición del suelo y orientación otorgándoles a cada una de ellas carácter y singularidad. Sonia y su marido poseen dos viñedos uno en la cara noroeste a 1100 metros de altitud donde cultivan el grecanico dorato y otra de más edad en el sudeste donde están las variedades tintas.

Detrás de cada viñedo hay una cuidadísima selección vegetal y cada uno fue plantado después de llevar a cabo un riguroso estudio del comportamiento de las distintas variedades en diferentes situaciones del volcán. Los suelos del Etna varían enormemente, en muchos casos están compuestos de los restos de lava de distintas erupciones y el paso del tiempo determina su composición y textura. Esto es una de las razones por las que los vinos se manifiestan de maneras tan diversas y por las que adaptar este sistema tiene sentido.

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