El Alma de los Vinos Únicos
Suertes del Marqués

Desde el 2006 esta bodega ha hecho una labor titánica por recuperar el viñedo canario tal y como se trabajaba antaño. Ubicada en el corazón del Valle de la Orotava, en el norte de Tenerife, la bodega cuenta con 11 hectáreas en propiedad y 16 que trabajan junto a viticultores locales. Jonatan García, quien hoy lleva las riendas de la bodega, prefiere embotellar sus vinos por parcelas ya que las distintas variedades, combinadas con los suelos de origen volcánico y la edad del viñedo, son tan diversas que él considera que sería una gran pérdida de identidad no manifestar esa diversidad en los vinos. Los viñedos están plantados entre los 300 y 750 m de altitud y el proyecto está centrado en viñedos de hasta 200 años conducidos en cordón trenzado. Esta forma de conducir el viñedo es autóctona a la región y consiste en ir entretejiendo las varas de las cepas hasta formar una especie de trenza que se extiende, en ocasiones, hasta 20 metros. Es una viticultura completamente manual que requiere de un conocimiento muy especializado. Los suelos están formados por arcilla y/o arena en la superficie con un subsuelo que origina de antiguas erupciones. Son suelos con muchos nutrientes donde la filoxera nunca llegó y por esta razón todos los viñedos están plantados sin porta injertos. Por ello encontramos algunos viñedos de hasta 200 años.

Todas las fermentaciones se llevan a cabo de forma espontánea con proporciones variables de raspón entero para los tintos. Las fermentaciones se llevan a cabo tanto en depósitos de cemento como en barricas o tinos abiertos. Y los vinos reposan en barricas y fudres neutros. Las dosis de sulfuroso añadido son mínimas. La influencia de los vientos alisios del norte del Atlántico es responsable del singular y exuberante paisaje del norte de Tenerife. También es un tremendo moderador que permite elaborar vinos vibrantes y frescos a pesar de estar casi a la misma latitud que Mauritania.